Muere El Perro Aguayo, un luchador muy querido en Tala

Imagen cortesía de Perros del Mal

Por José Manuel Ramírez

Ayer por la tarde la Familia Aguayo Ramírez comunicó a través de redes sociales la muerte de “su amado padre y esposo Don Pedro -El Perro- Aguayo”; y fue  través de estas misma redes sociales que los aficionados comenzaban a demostrar la consternación por la pérdida de este inigualable luchador.

El municipio de Tala fue su casa desde el año 1985, cuando llegó a la pequeña ciudad luego del sismo de grandes magnitudes que se registrara en la ciudad de México.  Pronto los habitantes de Tala fueron disfrutando de este deporte llamado Lucha Libre, pues fue el Perro Aguayo quien comenzó  realizar y promocionar funciones en una improvisada arena ubicada en aquel entonces, por la Calle Simón Bolívar, a un costado de las instalaciones del DIF Municipal de Tala.

Pendientes de sus logros, muchos habitantes de Tala comenzaron su afición por la lucha libre y algunos otros, a los que el deporte espectáculo no era de su gusto, comenzaron a asistir a un pequeño gimnasio que ofrecía una alternativa para el fomento deportivo y el cuidado de la salud, ese pequeño gimnasio se ubicaba en la calle Cuauhtémoc esquina con Plutarco Elías Calles, en el famoso barrio La Capilla de la ciudad de Tala.

El GYM Perro Aguayo, tuvo varios domicilios, dos de ellos en el corazón de Tala, hasta llegar a su actual ubicación en la calle 20 de Noviembre, en donde además construyo el Centro de Usos Múltiples Perro Aguayo.

Fue en este lugar en donde continuaron las funciones de Lucha Libre y a donde por primera vez acudvió la Televisión Mexicana para trasmitir una magna función de Lucha Libre y dar a conocer a todo México y el mundo este municipio llamado Tala.

Con la pérdida de su Hijo, Pedro Aguayo Ramírez “El Hijo del Perro Aguayo”, se acabaron también las funciones de lucha en el centro de usos múltiples y esta dolorosa pérdida hizo que Don Pedro, por cuestiones de salud, estuviera alejado de los reflectores y que su vida social en Tala disminuyera, cambiando su residencia a la ciudad de Guadalajara, aunque de vez en cuando se le pudo ver de nuevo pasear en la ciudad de Tala.

Don Pedro, como muchos lo llamaban, siempre era cercano con la gente, el saludo, la fotografía, gestos de humildad y humanidad fueron despertando en los habitantes de Tala, el respeto y cariño que se ganó a pulso con sus aportaciones para diversas causas sociales, siempre para el beneficio común.

Formó una familia con Doña Luz Ramírez y juntos recibieron de Dios un gran regalo, la familia conformada por Luz América, Pedro (QED) y Primavera.  Sus hijos que han hecho familia y amigos en esta ciudad cañera y continúan ahora con el legado del “Can de Nochistlán”.

Campeón nacional e internacional que puso muy en alto el nombre de Tala, aunque Tala no fue la tierra que lo vio nacer.

Descanse en Paz Don Pedro Aguayo Damián “El Perro Aguayo”.