Una seguridad pulverizada

Jalisco vive su peor historia en materia de seguridad, una seguridad que ha sido pulverizada sin que las autoridades hagan algo por rescatar esta garantía que todo ciudadano debe tener.

 

En Jalisco no ha funcionado el modelo propuesto por un gobierno de Jalisco con la fuerza única, modelo que dejará huella en el gobierno de Aristóteles Sandoval, más por los fracasos que por los aciertos.

 

Ayer apenas se dio a conocer que los tres estudiantes de cine, que son buscados por sus familiares desde hace poco más de treinta días, habían sido asesinados y sus cuerpos disueltos en ácido.

 

El viernes pasado, un sacerdote asesinado a sangre fría sin que se den explicaciones o detalles de las investigaciones que realiza la fiscalía de Jalisco para dar con el o los responsables.

 

Y así, muchos casos que no son conocidos por la opinión pública pero que laceran a cientos de familias, no sólo de Jalisco, sino de México entero.

 

La sociedad clama por una paz de manera urgente ante una seguridad pulverizada por la violencia y la indiferencia de las autoridades.